Esta presión causada por las tareas, a pesar de ayudar a retener conocimientos y fomentar la autodisciplina puede causar una gran cantidad de efectos negativos: estrés, nerviosismo, ansiedad, dolores de cabeza... que pueden incluso afectar a los padres.
La principal causa de esto es que España está entre los países que más deberes mandan a sus alumnos: una media de seis horas a la semana, el doble que los estudiantes de Suecia, Finlandia o Japón.
Tenemos que tener siempre presente que jugar forma parte de la naturaleza de los niños, necesitan socializarse, divertirse y vivir experiencias que ayuden a desarrollar su imaginación y creatividad.
Recordad... ¡¡son niños, no máquinas!!
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